SOLICITELO AL CORREO
Nuevos retos del mercado
La nueva ruta que marcaba la salsa despertó cierta preocupación en el líder del colectivo, Rafael Ithier, quien para enfrentar los nuevos desafíos que se imponían en el mercado optó por aderezar el sonido de su agrupación con las destrezas técnicas de jóvenes arreglistas como Ernesto Sánchez, Louis García, y Tommy Villariny.
Entonces, pensó Ithier que la “sangre joven” que despuntaba con brillo en las lides salseras podía aportar a redimensionar el sonido de El Gran Combo sin alterar su fórmula original. Un primer experimento en esta dirección produjo el disco “¡Ámame!” (1989), que caló en el “nuevo” gusto salsero gracias a los temas “Ámame” y “Aguacero”. No obstante, el mantenimiento de una nueva línea melódica, menos cadenciosa que la fórmula original del grupo, colisionó con la producción “Latin-up” (1990), álbum que pasó a la historia como el mayor desatino del colectivo.
CONTINUARA...
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